Las enfermedades infecciosas desatendidas (EID) son ocasionadas por diversos agentes etiológicos. Con excepción del dengue y de las mordeduras de serpiente, todas ellas son enfermedades crónicas cuyos efectos en la salud son perdurables. Afectan principalmente a las poblaciones que viven en condiciones socioeconómicas pobres, con bajos ingresos, bajo nivel educativo, vivienda precaria, carencia de acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento básico, en zonas de conflicto o en condiciones ambientales deterioradas, y con barreras en el acceso a los servicios de salud.
Las poblaciones vulnerables viven en las zonas rurales o en los cinturones de miseria de los conglomerados urbanos. Por compartir determinantes sociales y ambientales comunes, las EID pueden presentan superposición geográfica". (PAHO, 2011).
¿Cuáles son las enfermedades infecciosas desatendidas?
La OMS priorizó 17 patologías para conformar el grupo de EID a nivel mundial. Para ello se tuvieron en cuenta los siguientes criterios:
a) La agenda inconclusa; b) factibilidad técnica; c) datos fidedignos regionales acerca de la factibilidad de la eliminación; d) rentabilidad demostrada; e) carga de morbilidad desigual hacia las poblaciones más vulnerables; f) importancia política; g) mejores prácticas: entre otras, las utilizadas en la atención primaria de salud, intervenciones bien aceptadas como la quimioterapia preventiva masiva y las campañas de vacunación, participación comunitaria, entre otras.
Para Latinoamérica y el Caribe, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoce del grupo de 17, doce (12) enfermedades desatendidas con presencia en la Región. A continuación se presentan agrupadas según su potencial de eliminación o de control:
Grupo 1: Potencial de eliminación: chagas, sífilis congénita, rabia humana transmitida por perros, lepra, filariasis linfática, tétanos neonatal, oncocercosis, peste, tracoma
Grupo 2: Reducir prevalencia: esquisostomiasis, geohelmintiasis
¿Cuáles enfermedades infecciosas desatendidas están priorizadas en Colombia?
De las doce EID que la OPS reconoce como problemas de salud pública para los países de América Latina, en Colombia se han reportado ocho (8); algunas de ellas están presentes pero no como problema de salud pública, y otras más que sí lo son, cuentan con programas de promoción, prevención y control estructurados con amplia trayectoria en el país, por lo tanto no se consideran desatendidas, y en consecuencia, no se priorizaron dentro del Plan Integral e Interprogramático para la Prevención, el Control y la Eliminación de las Enfermedades Infecciosas Desatendidas 2013-2017. La priorización nacional tuvo en cuenta los siguientes criterios:
• Carga de enfermedad en las poblaciones afectadas.
• Potencial de perpetuación
• Asociación con marginalidad y desatención comunitaria
• Afectación de comunidades vulnerables y diferenciales
• Potencial de eliminación o control de la infección
• Costo-efectividad de las intervenciones o estrategias de intervención
• Existencia de un programa o estrategia nacional
• Superposición de patologías
Con los anteriores criterios, un Comité de Expertos conformado para analizar y asesorar los temas relacionados con EID, analizó el listado propuesto por OPS/OMS y concluyó que en Colombia se han reportado 9 de estas patologías, de las cuales sólo las tres primeras fueron priorizadas:
ENFERMEDADES INFECCIOSAS DESATENDIDAS QUE HAN SIDO REPORTADAS EN COLOMBIA
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CRITERIO EXCLUSIÓN EN EL PLAN NACIONAL DE EID 2013-2017
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Oncocercosis
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Priorizada para su vigilancia post endémica
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Tracoma
| Priorizada
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Geohelmintiasis
| Priorizada
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Enfermedad de chagas
| Excluida del plan, cuenta con programa
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Lepra
| Excluida del plan, cuenta con programa |
Tétanos neonatal
| Excluida del plan, cuenta con programa |
Sífilis congénita
| Excluida del plan, cuenta con programa |
Malaria
| Excluida del plan, cuenta con programa |
Rabia transmitida por perros
| Excluida del plan, cuenta con programa |
¿Qué efectos producen las EID en las personas afectadas?
Las EID son enfermedades crónicas cuyos efectos en la salud son perdurables, afectando el crecimiento, el desarrollo físico e intelectual y la capacidad de aprendizaje, lo cual a su vez disminuye la productividad laboral y por lo tanto, la capacidad de generar ingresos adecuados. Algunas pueden generar desfiguración física y estigmatización social, otras como la oncocercosis y el tracoma pueden ocasionar ceguera. Todo esto contribuye a obstaculizar el progreso y desarrollo de las comunidades, poblaciones y países afectados y a deteriorar aún más su ya precario nivel de vida, perpetuando así el círculo vicioso de la pobreza, pues son a la vez consecuencia y causa de ella (PAHO, 2011).