Las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA), se definen como el síndrome originado por la ingestión de alimentos y/o agua, que contengan agentes etiológicos que afecten la salud del consumidor a nivel individual o colectivo. Las ETA pueden clasificarse en infecciones, intoxicaciones o infecciones mediadas por toxinas. Estas constituyen un importante problema de salud pública debido al incremento en su ocurrencia, nuevas formas de transmisión, el aumento de la resistencia de los patógenos a los antimicrobianos y el impacto socioeconómico que ocasionan.
Con el fin de abordar este evento se han planteado tres prioridades en la Estrategia de Gestión Integrada de las ETA los cuales son:
- Prioridad 1 Fortalecer las acciones de salud pública para reducir las Enfermedades Transmitidas por Alimentos – ETA, incluye acciones de vigilancia epidemiológica; inspección, vigilancia y control sanitario; y gestión del conocimiento en salud
- Prioridad 2 Garantizar la atención integral desde lo individual hasta lo colectivo: incluye acciones de aseguramiento, prestación de servicios y talento humano en salud.
- Prioridad 3 Fortalecer las acciones intersectoriales y colaborativas, la cual incluye acciones desde el financiamiento, el enfoque diferencial, articulación intersectorial, y gobernanza.