Esta es una de las razones más frecuentes para suspender la lactancia materna en los bebés menores de seis meses. A veces, el bebé puede no obtener suficiente leche materna, pero ésto, usualmente se debe a un mal agarre al seno.
Es muy raro que la madre no produzca leche suficiente, para alimentar a su bebé. Se recomienda colocar el bebé al pecho con frecuencia, evaluar la posición para amamantar y el agarre al seno.
Signos confiables que el bebé NO está recibiendo suficiente leche materna:
Es frecuente que los bebés alimentados con fórmula infantil presenten cólicos debido a la intolerancia a la proteína de la leche animal, o a la proteína vegetal.
También puede ocurrir el cólico, cuando la madre coloca el bebé al pecho y no deja que se vacié completamente, cambiándolo muy rápido al otro seno, esto ocasiona que el bebé succione solamente la leche del inicio de la mamada, la cual contiene además de las defensas mayor cantidad de azúcares. En estos casos el bebé pide alimentarse frecuentemente, la madre lo coloca nuevamente y otra vez recibe la primera leche, lo cual genera una sobrecarga de azúcar que es la culpable de los cólicos.
Por lo tanto se recomienda a la madre que deje vaciar el seno antes de ofrecer el otro, de esta manera se asegura que el bebé reciba la leche del inicio de la mamada que es rica en azúcares, la leche de la mitad que es rica en proteínas y la del final que es rica en grasas que le da la saciedad o llenura. Cuando se vuelva alimentar al bebé se debe empezar por el último seno.
Algunos bebés lloran mucho sin que tengan una causa definida, estos son los signos del cólico:
Este es un motivo frecuente por el cual muchas madres suspenden la lactancia materna, sin embargo este problema es transitorio y puede ser superado.
Estas son las principales razones:
El bebé esta enfermo, sedado o tiene dolor: Infección, dolor por contusión (vacuna, fórceps), nariz obstruida, dolor de la boca (hongos, dentición).
Problemas en las técnicas de lactancia: Uso de biberones junto con la lactancia materna, mal agarre por lo que no obtiene suficiente leche, presión sobre la nuca por mala posición para mamar, horario para lactar.
Cambios que molestan al bebé: Separación de su madre (bebé que ingresa la jardín, madre que regresa al trabajo), nueva persona que lo cuida o muchos cuidadores, cambios en la rutina familiar, madre enferma o con problemas en los senos (mastitis).
Rechazo aparente, no real: El bebé se distrae y la madre cree que rechaza el pecho. Para ello es importante mantener al bebé cerca, ofrecerle el pecho con más frecuencia, colocándole unas gotas de leche materna sobre los labios del bebé y dormir con él.
Muchas veces, el pezón plano o invertido no es un impedimento para la lactancia. Este es el manejo:
Estas son las causas:
La congestión mamaria puede ser prevenida, facilitando que el bebé inicie la lactancia en la primera hora de nacido, asegurando que el bebé tenga una buena posición y agarre, y promoviendo la lactancia materna a libre demanda.
Son el conducto obstruido y la mastitis.
La obstrucción del conducto lactífero se produce cuando la leche no es extraída de una parte del pecho, o un mal vaciado del seno. La succión inefectiva ocurre cuando el bebé tiene un mal agarre al pecho, lo que ocasiona un mal vaciado. El pecho presenta unas masas tensas y enrojecidas, la mujer no presenta fiebre y se siente bien. Se recomienda no usar ropas apretadas y uso de sostén con varillas
La Mastitis, ocurre cuando la leche se queda en una parte del pecho debido al bloqueo del conducto o a la congestión mamaria. Si la leche no es extraída, puede provocar inflamación del tejido del pecho, la cual se conoce como mastitis no infecciosa.
A veces, el pecho se infecta con alguna bacteria, lo cual se conoce como mastitis infecciosa. Se idéntica porque el área está endurecida, roja, hay dolor, fiebre y la madre se siente enferma. No es posible diferenciar, solamente por los síntomas, si la mastitis es o no infecciosa, es probable que la mujer necesite tratamiento con antibióticos, para ello acudir a los servicios de salud.
Tratamiento:
Se recomienda extraer la leche materna para alimentar al bebé. Si la leche permanece en el pecho, es posible que desarrolle un absceso.
Lo más importante es prevenir las fisuras o grietas en el pezón, por que estas son dolorosas y pueden ser la causa de la suspensión de la lactancia materna.
Un mal agarre del bebé al seno, es la causa más frecuente de las fisuras en el pezón. Recordar los puntos clave de un buen agarre:
Lo más importante es corregir la posición para la succión y el agarre al seno. En caso de fisuras o grietas se recomienda colocar unas gotas de leche materna sobre la parte afectada y dejar secar al aire libre. La leche materna contiene sustancias que ayudan a la cicatrización.
En ocasiones, una crema básica de lanolina, puede ayudar a mejorar el pezón con fisuras, se recomienda utilizar sostén de algodón.
La extracción de la leche materna es importante porque permite:
La extracción manual es más económica que la extracción mecánica, no necesita comprar ni esterilizar equipos, la madre puede regular la presión del seno con sus propias manos y la puede practicar en el momento que lo requiera en cualquier lugar, para ello:
La madre debe extraerse la leche, con la misma frecuencia con la que amamanta al bebé, esto garantiza que no disminuya la producción de la leche materna.
Al terminar la extracción, se recomiendan algunos ejercicios de estiramiento de muñeca y manos, que pueden evitar el molesto síndrome del túnel del carpo: